El Celta de Vigo logró una importante victoria al vencer al Elche en el último minuto del partido. La victoria permitió a los célticos respirar aliviados debido a su mala racha de cuatro partidos sin ganar. La victoria, aunque solo sea virtual, los coloca en una buena posición para lograr la permanencia en La Liga. El delantero Paciencia, titular en lugar de Seferovic, ofreció un gran repertorio de recursos técnicos, pero el portero del Elche, Badía, intervino siempre que fue necesario para evitar goles.
El Elche, sin ninguna exigencia clasificatoria y con la intención de adquirir nuevos conceptos, comenzó a encontrar la espalda de los laterales del Celta. Con ataques rápidos y llegadas desde la segunda línea, los ilicitanos consiguieron poner en apuros a los gallegos, que parecían perdidos por momentos en el campo. El Celta se mostró incapaz de cortar la salida de balón del equipo verdiblanco, y muchos de sus mejores futbolistas no encontraron soluciones, como Gabri, Iago, y solo al final del primer tiempo Carles Pérez pudo tirar algún eslalon peligroso.
En la segunda parte, el partido entró en una fase más frenética, y los nervios y la tensión se hicieron más palpables. El Celta se sentía demasiado obligado, y las ganas se mezclaron con la precipitación en sus ataques. Reclamaron un penalti por derribo a Carles Pérez, pero el árbitro, tras ser llamado por el VAR, decidió que no era suficiente. Minutos después, el extremo catalán se encontró con el poste tras una gran jugada individual. Carvalhal, entrenador del Elche, recurrió a todo lo que tenía en el banquillo, y el Celta, de manera algo alocada, se fue en busca de un gol que no encontraba pese a su insistencia. Cuando todo parecía inamovible, el defensa Aidoo conectó un cabezazo tras un centro de Cervi, permitiendo al Celta respirar aliviado con una victoria que vale una permanencia aunque sea virtual.
